Este mes de agosto se cumplió un nuevo aniversario del fallecimiento de Don Basilio Guerrero. Para recordarlo y honrarlo, transcribimos a continuación un extracto del perfil publicado en el Libro del Centenario de nuestra Liga.
Entre todos (los grandes dirigentes de la historia de la Liga Cordobesa de Fútbol) se destaca el perfil de Basilio Guerrero como ejemplo a seguir. Porque no existieron escollos suficientes para una persona que hizo de su apellido una característica personal. Nada fue imposible para este hombre que llegó una tarde a la Liga como delegado suplente de su querido Las Flores y nunca más se fue. Más de medio siglo dedicado al crecimiento del fútbol cordobés. Protagonista silencioso de los momentos de mayor brillo y verdadero piloto de tormentas cuando las tempestades asediaban la nave.
Comenzó su actividad como Dirigente en el año 1956, en el club Libertad de barrio Comercial –hoy desaparecido-, para poco tiempo después recalar en el Club Atlético Las Flores, institución en la que ocupó todos los cargos, hasta llegar a ser Presidente de la misma.
Dentro de la Liga Cordobesa de Fútbol, fue Asambeísta, Consejero y Protesorero, antes de ser designado Secretario General, cargo ejerció durante casi 40 años, y que ocupaba cuando lo sorprendió la muerte. Su desempeño como Secretario de la Liga sólo se interrumpió en 1981, cuando el gobierno militar intervino la Institución.
Basilio Guerrero dejó un legado imborrable en el deporte amateur de Córdoba
Durante su dilatada trayectoria integró la mayoría de las Comisiones de la Liga, tales como Selecciones, Reglamento, Investigaciones y Protestas, entre otras. También fue autor de numerosos proyectos, que han significado un invalorable aporte para el fútbol de Córdoba en las últimas cuatro décadas. Integró la Comisión del Primer Congreso de Ciencias del Deporte en 1978, realizado –por la iniciativa del Dr. José Augusto Sachetta– como complemento científico del Campeonato Mundial de Fútbol realizado en nuestro país. Fue activo y destacado participante en todas las discusiones relacionadas con la Resolución 1309 de la Asociación del Fútbol Argentino, que le posibilitó a los clubes Talleres, Instituto y Racing de Córdoba, participar en los torneos organizados por el Ente Rector del Fútbol de la República Argentina.
En su prolífica carrera dirigencial ha recibido el reconocimiento de diversos sectores del deporte y la sociedad, destacándose la Distinción Jerónimo Luis de Cabrera que la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba le entregó en 1999, y la Distinción 29 de Julio que ese mismo año le otorgó la Liga Cordobesa de Fútbol. Más acá en el tiempo, fue distinguido por la Legislatura de la Provincia de Córdoba y por el Concejo Deliberante de nuestra Ciudad. La sociedad cordobesa en su conjunto no estuvo ajena a la dedicación, humildad, sacrificio y sapiencia de este dirigente que forma parte de la historia grande del fútbol del interior del País.
Fue hombre de consulta por parte de dirigentes deportivos, funcionarios, políticos, legisladores, periodistas, estudiantes de carreras universitarias y terciarias vinculadas con la comunicación y deportistas en general, a quienes sirvió con su experiencia y conocimientos tanto en aspectos reglamentarios como aquellos relacionados con la historia misma del fútbol de Córdoba. Acuñó una expresión señera: “Los dirigentes deportivos son los funcionarios más baratos que tiene el estado”, que sintetizaba su filosofía de vida.
Su figura, hoy inmortalizada en un busto que preside el ingreso a la Sede, se convierte en modelo de dirigente, y en síntesis de cientos de personas que en cien años pusieron el hombro, el pecho, la cara… Le pusieron el cuerpo y el intelecto al fútbol cordobés. En la personas de Basilio Guerrero (“que se nos fue, pero aún nos guía”) rendimos homenaje a todos los hombres y mujeres que día a día, desde hace un siglo, construyen este querido deporte.