Mucha agua ha pasado debajo del puente desde aquellos dsías en que representantes de Belgrano, Agronomía y Atlético Argentino primero, a quienes posteriormente se les sumarían sus pares de Argentino Peñarol, San Martín, Córdoba Central, General Paz, Sud Americano, Olímpico Infantil, Colegio Nacional, Córdoba Athletic y San Isidro dieran vida a la inicial Federación Cordobesa de Fútbol, semilla primigenia de nuestra Liga. Desde entonces decenas de miles de sueños se forjaron en los salones, las oficinas y –fundamentalmente– en las canchas de sus clubes.
“No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino” dijo el escritor alemán Goethe. Y esa marcha por un mismo camino es la consigna de la historia y del presente del fútbol cordobés.
En estas ocasiones nos gusta agradecer. Agradecer a los pioneros por legarnos una pasión, a los futbolistas que la renuevan día a día, a los hinchas por sostenerla contra viento y marea, a los dirigentes de todos los tiempos por trabajar para que no muera jamás, a los dirigentes de estos tiempos difíciles que la proyectan hacia el futuro, a los periodistas y medios de prensa que la difunden constantemente.